blog da Adriana Lisboa
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo, el durazno sedoso de la palma. y el dorso, ese país de azules árboles. Así la tomo y la sostengo, como si de ello dependiera. muchísimo del mundo, la sucesión de las cuatro estaciones, el canto de los gallos, el amor de los hombres. postado por Adriana Lisboa às 22:13.